Truchas en Pampa de Achala
La pesca de truchas, además de exigirnos desde lo técnico, tiene, como plus, que se practica en paisajes de ensueño. Uno de los más bonitos de Córdoba es el de Pampa de Achala, donde en el río Paso de las piedras dimos recientemente con pequeñas pero bellas truchas fontinalis que subsisten en una interesante población en un río pequeño, lleno de estructuras. Con aguas cristalinas que obligan a un acecho a distancia, con tiros precisos y moscas bien puestas para lograr resultados.
Dijimos moscas y hablamos de flycast. Cabe consignar que también podemos apelar al spinning ultraliviano para quienes no dominan la pesca con mosca. En este caso, debe recordarse que se pueden usar artificiales con anzuelos simples y no se pueden usar anzuelos triples salvo que doblemos dos puntas hacia adentro (porque en algunos casos de spinners pequeños, por ejemplo, si los reemplazamos por simples desbalanceamos la cuchara).
El guía serrano, Hugo Tello, nos llevó 20 minutos caminando por la montaña desde el casco de la estancia Paso de Piedras hasta divisar el pequeño curso de agua cristalina nacido muy cerca de allí, de aguas surgentes de las montañas de Pampa de Achala, una suerte de meseta en las altas cumbres, en cuyos cursoa de agua un pescador francés introdujo truchas en los años 60. En este río en particular, Paso de Piedras, se adaptaron muy bien las fontinalis.
Arrancamos con equipo 3 de mosca, línea de flote, y ninfas. La clave era tirar un poco alejado de las costas, evitando ser detectado por las truchas, y no “golpear” el agua con la línea sino lograr una caída de la mosca natural y poco ruidosa. Las truchitas no tardaron en decir presente. La clavada con ninfas es muy técnica ya que carecemos del condimento visual que dan las moscas secas en superficie, por lo que el pescador percibe apenas un pequeño retén en su línea o apenas un sutil tironcito. De a poco fuimos tomando la mano y obtuvimos varios ejemplares especialmente a la caída de pequeñas cascadas (donde toman con más confianza) y pools profundos. No hay que quedarse mucho en cada lado y conviene hacer unos pasos y cambiar de lugar cada dos o tres capturas.
Antes del almuerzo, destinamos un rato al spinning ultraliviano, donde un spinner le sacó varios cuerpos de ventaja a otros: las Mepps Black Fury, con puntos verdes flúo o amarillos, en tamaños del 0 al 2. Con un microreel, nailon 0,15 y estos spinners, lográbamos un par de truchas en cada punto de intento antes de que “se avivaran” y tuviésemos que cambiar de lugar.
Tras una buena picada en las sierras, con algunos grados más de temperatura en el agua, seguimos viaje volviendo al fly, pero esta vez para pescar con moscas secas. Es menester en estos casos muñirse de un pomito de flotamoscas para embadurnar un poco a los engaños, prolongando su flotabilidad.
Sencillamente esta es una pesca adictiva que encima da mucha mas revancha que las otras técnicas. Porque a diferencia de cuando ninfeamos o hicimos Spinning Ultraliviano, aquí los piques podían sucederse uno tras otro en un mismo pool, sin que las truchas se espantaran.
Cabe consignar que a una mosquita seca se le tiraban tanto truchas grandecitas (para los parámetros de este ambiente hablamos de una trucha de 25 cm) como muy pequeñas (de menos de 15). Lo cierto es que la caída del sol nos encontró muy entretenidos, con más de 40 truchas afuera del agua e infinidad de piques errados, abundancia que solo puede darnos un ambiente controlado como éste donde solo se ingresa con nuestro guía Hugo Tello y practicando pesca con devolución.
- Equipos de fly: Caña Coral Reef # 5 con reel Coral Reef 5 y Línea Scientifica Anglers 5 Aircel Trout
- Spinnning UL: Caña Spinit Carbon Spin de 1,95 y reel Spinit Style 20.
Por: Wilmar Merino
Leave a comment
Please note, comments need to be approved before they are published.