Córdoba es pródiga en lugares maravillosos para visitar en familia. Y también, en pesqueros de acceso público que nos pueden brindar magníficas horas de diversión. Y si hablamos de la provincia mediterránea, un punto conjuga la mayor oferta turística con la mejor pesca orillera: Villa Carlos Paz. Es un ámbito ideal para combinar la recreación familiar con la pesca de carpas y pejerreyes, las dos especies dominantes de la región. Y en su paseo costanero, allí cerquita de donde parten las lanchas a hacer salidas recreativas por el lago, una generosa costanera invita a hacer los lances muy cerquita de plazas públicas donde los chicos pueden jugar en canchitas y plazas, mientras la patrona se entretiene cebando unos verdes y mirando uno de los paisajes más bellos de este país.

Respecto de la pesca de carpas, bastará contar con equipos de medio lance, o de lance si lo prefieren, y un aparejo consistente en líneas de dos anzuelos en los que el cebo a utilizar es fundamental, pero básicamente podemos recomendar un combo de maíz remojado recubierto de masa. La frase "donde fueres haz lo que vieres" es un antiguo refrán que invita a hacer uso de la inteligencia local y los usos y costumbres de cada pesquero. Eso me llevo a dialogar con pescadores locales en la previa de la pesca y a munirme del cebo más rendidor. En el dique San Roque va bien el uso de maíz hervido remojado, teñido con esencia de frutilla y recubierto con masa hecha de harina, gelatina sin sabor y orégano. Es un cebo bastante elástico que no se sale fácilmente y permite aguantar el tiro y la caída del aparejo a las profundidades del dique. Carpines pequeños y alguna sorpresa que espera en el fondo del lago premian a los pescadores costeros que, entre mate y mate, se entretienen con estas colonizadoras de todo.

Claro que a veces hay sorpresas, con carpas de 6 a 7 kilos, y es bueno contar con mediomundos que permitan izar las piezas. También contar con otro de malla fina para lograr camarones de agua dulce, pegado al murallón. Esos camaroncitos de agua dulce podemos conservarlos en un recipiente portacarnadas con algo de harina de maíz, para tentar a los pejerreyes. El aparejo en estos casos es el clásico paternóster con boya cordobesa, un flotador muy sutil que apenas hay pique se hunde. Calibrarlo para que quede la puntita del mismo afuera apenas, es clave. A plena luz del día, o también de noche aprovechando la iluminación pública de la costanera, es factible dar con pejes que en general andan entre los 15 y 20 cm. Regular la boya entre nudos corredizos sobre el nailon madre que viene del reel nos permitirá ir trabajando hasta encontrar la profundidad donde comen. Y el clásico balancín sosteniendo dos brazoladas con anzuelitos número 5, serán el punto de contacto con las flechitas cordobesas que pican con ganas.

Sin más, vaya y disfrute de una pesca económica y rendidora que permite combinar el deporte del silencio con otras actividades recreativas en familia, en un marco bellísimo de sierras y lago que ya de por sí es una gratificación a la vista.

Elementos recomendados:

• Equipos de medio lance: Reel Galaxy FD 550 con buena capacidad de carga (140mts del 0.40) y caña Spinit Action 3 de 3 metros.
• Equipo de lance: Caña Dinamite 360 ideal para lanzar pesos de 100 a 120 gramos, con reel Spinit RB 90, con carga de 260 mts del 040.
• Equipo para pejerrey (con paternóster): caña Spinit Tournament de 2,70 mts de grafito tramado y para arrojar hasta 30 gramos y reel Black Star 25, de grafito, con capacidad de carga de 100 mts del 0,25.

Por: Wilmar Merino