Las reformas que vienen sufriendo distintos pesqueros de pesca urbana o semi urbana tienden a ir en un solo sentido: escombros y rellenos que van quitándole profundidad a las costas. Y que sumado a la naturaleza sedimentaria que tiene el Río de la Plata en la orilla argentina, se complementan en un combo que obliga a los pescadores a meter plomos cada vez más adentro para tener éxito. En este contexto, marcan diferencia los aficionados que cuentan con equipos adecuados para ésta práctica. Ahora bien, en tiempos de pejerreyes, una especie que no alcanza grandes portes, el desafío también pasa por encontrar un equipo que además de permitirnos un lance largo, nos ofrezca una agradable sensación de pesca. Ese equipo es el que testeamos recientemente en la Isla Paulino, Berisso, allí donde nacen los famosos malecones.

Se compone por una caña Spinit LongCaster de 4,20 mts, combinada por un reel Spinit Pro Distance, joya mecánica y tecnológica que permite lances largos y un rápido recupero (ideal para evitar enganches, frecuentes en estos pesqueros públicos muy concurridos).

Vayamos por partes. La caña Longcaster R 4.2 de Spinit es de dos tramos, compuesta en carbono, liviana y resistente, apta para lanzar plomadas de 100 a 250 gramos y de acción rápida. El reel Pro Distance F6000 (viene en un tamaño mayor también) es ideal para la caña citada y viene con freno progresivo, 7+1 rulemán, manivela metálica con torneado CNC, anti reverse one way clutch y dos carretes extra, un dato no menor y de gran utilidad práctica. Cargamos el carrete metálico que trae con multifilamento Spinit fino, al cual le empalmamos una salida de reducción 0,70 a 0,28. Este detalle es importante porque si solo dejamos el multifilamento y al tirar se embozala en un pasahilos, puede ocasionar daños en el equipo y convertirse en un tiro peligroso para el pescador o los que lo rodean. Además, la salid de monofilamento será el fusible a perder ante algún enganche y evitará que el multifilamento roce en las piedras más cercanas a la posición del pescador en los últimos metros, antes de izar una pieza. Rematamos la salida con una línea hecha con doble bait clip en cascada y arrancamos haciendo lances largos unos 100 metros antes de llegar al final de la escollera.

Y aquí viene la verdad de la pesca cuando estamos en un buen lugar y contamos con equipos adecuados. Quienes estábamos testendo estos equipos llegamos a la zona rendidora, mientras que los parroquianos que tiraban apenas 60/70 metros solo tenían piques cada tanto. Las dos primeras horas de la bajante nos dieron pejerreyes superlativos, que marcaron muy bien el pique en la punta de la caña. Y el largo de caña fue el ideal para trabajar un aparejo con dos brazoladas de 1 metro de largo con total comodidad. Pequños detalles como atar bien la colita de la mojarra al nudo del anzuelo con hilo mágico o sumar un filetcito de pejerrey coloreado de amarillo al encarne, hicieron el resto.

La Longcaster de 4,20 no solo nos permitió posicionar la línea adecuadamente sino que marca muy bien el pique incluso en piezas medianas de pejerrey, brindando una agradable sensación de pesca. Y la velocidad del reel de grafito, nos permitió “lenvantar” los aparejos y la pieza del fondo y venir trayéndolos arriba, evitando enganches y enterándonos de entrada si habíamos concretado o no la captura. Como dijimos, al tambor de aluminio lo cargamos con multifilamento, pero tuvimos los dos tambores de grafito carados con nailon del 0,25 y el 0,30 para usar según los casos, ya con línea preparada. Así, ante un enganche, con solo cambiar de tambor de reel seguimos pescando, optiumizando tiempo de pesca.

Sin dudas este equipo para lograr distancia de tiro no solo nos dio una ventaja comparativa para lograr tremendas flechas de plata, sino también una agradable sensación de pesca que hizo de cada captura un verdadero disfrute. Caña Longdistance 4,20 y reel Pro Distance 6000, un combo de Spinit altamente recomendable. Ahora queda llevarlos al mar.

Por: Wilmar Merino