Tarariras de la noche
El verano y sus temperaturas extremas desalientan a muchos pescadores con poca tolerancia a los excesos de calor y los rayos solares que lastiman la piel tanto de forma supina como desde abajo al rebotar en el agua. Para ellos, no hay nada mejor que aprovechar la franja nocturna, que ofrece múltiples posibilidades de diversión. En este caso, tenemos varias especies que se muestran muy activas después del ocaso. Y una de ellas es la tararira, nuestro objetivo en este relevamiento.
Un cruce de aguas en el delta, muy transitado durante el día, encuentra por la noche una quietud propicia para que salgan de sus refugios en los juncales las Hoplias Argentinensis (nombre científico de la tararira que predomina en la Cuenca del Plata). Las vamos a buscar cerca de los juncos, o en estos días de inusual bajante del Paraná donde el agua tiene caudales mínimos, sobre el veril. Para ello podemos usar aparejos de flote o fondo, siendo estos últimos muy recomendables en zonas donde hay mayor correntada mientras que las boyas pueden ser muy útiles en aguas quietas, pues de otro modo se van a ir a los juncales produciendo incordiosos enredos.
La línea de fondo de tarariras puede tener un anzuelo con una brazolada larga, o podemos usar una de plomo corredizo y leader. En este caso, si usamos multifilamento en la carga del reel, sugiero rematar con la siguiente secuencia: esmerillón mediano, 70 cm de nailon 0,60 donde pasamos el plomo corredizo entre dos perlas y leader de 0,40 lbs de resistencia con anzuelo 9/0 de máxima calidad (Mustad). Otra opción posible es la línea de dos anzuelos, con brazoladas cortas que pueden ser hechas con el mismo leader atado en un rotor barrilito, procurando que los anzuelos no se toquen entre sí.
Las carnadas pueden ser de lo más variadas, desde cola, posta o filet de bagre amarillo, mojarras, ranas, corazón, vacuno, filet de boga o sábalo, etc.
La idea es tirar al costado de la pared de juncos o en la caída del veril, no muy cerca de la lancha o zona elegida, activar la chicharra del reel en caso de que la tenga y estar muy atentos a la llevada, puesto que de otro modo la tararira buscara refugio en juncales o enramadas caídas y no podremos sacarla de allí. Al sentir el pique firme, clavar con firmeza y mantener la caña en alto, procurando no perder jamás la tensión, para que no zafe.
La lucha de la tararira es plena de saltos y corridas, y en las de grandes portes, de buceos buscando trancas para zafar del anzuelo. Esto maximiza la diversión del pescador, que necesitará de una caña de acción rápida (ya sea de spinning o baitcast) y en caso de pescar con carnadas naturales, de una resistencia no menor a 12-25 libras.
Un buen copo como accesorio para rematar la pelea, mas bogagrip y pinza multifunción larga, serán complementos ideales para manipular la pieza una vez extraída, facilitando su devolución con daños mínimos. Y tratándose de pescas nocturnas, un buen farol, linternas de minero, un termo de buena calidad con alguna bebida caliente o fría, repelente y ropa técnica adecuadas, ayudan a olvidarnos de todo y concentrarnos solamente en ver la corrida de la boya o esperar la llevada que nos haga explotar el corazón.
Equipos recomendados:
- Cañas de baitcast Shimano Convergence, 12-25 lbs con reel Shimano Caius.
- Cañas de spinning Spinit Bourdeaux & Black de 2,40 con reel Spinit Black Star 35.
- Nailon Asso y Spinit Ultra Verde Flúo
- Copo Spinit, Anzuelos Mustad, Termos y jarros térmicos Spinit.
Por: Wilmar Merino
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