La pesca de verano en zona Norte del Río de la Plata nos permite la posibilidad de batallar con los gigantes del río: patíes de novela que usualmente pesan de 3 a 6 kilos, pero que en ocasiones pueden pasar las dos cifras. Por eso aprovechando el buen momento para esta pesca y la invitación de un querido amigo que nos dio la vida de pescador, el guía Julio Alquezar, nos prendimos en una excursión con el objetivo de dar con patíes de los buenos en pozones del Barca Grande y la zona conocida como La Depresión.

El color del agua en pleno verano suele ser "chocolate" por la cantidad de sedimentos provenientes del Bermejo, pero esta no es una pesca visual sino que los patíes, de ojos desmesuradamente pequeños en relación a su tamaño, cazan o carroñean usando sus barbos y su agudo sentido del olfato. El cebo clave para “motivar” a estas grandes bestias es la anguila, que preferentemente debe tener un buen tamaño, de mediana a grande, para tentar a estos colosos que abarajan a la pasada el cebo encarnado en anzuelos en tándem, es decir, montando en medio del leader de 50 cm un anzuelo extra para mantener la anguila ordenada y estirada, sin que se nos haga una pelota tapando el anzuelo, como cuando las encarnamos en un solo gancho. El aparejo a utilizar más frecuente es el de fondo, pasando un plomito pasante en un nailon 0,60 conectado al leader y los anzuelos por un lado y a un esmerillón que se ata al multifilamento del reel por otro. Pero también podemos usar en ocasiones una línea de flote simple de boya grande (para soportar el peso de una buena anguila). De entrada no hubo suerte en El Barquita, un río pequeño pero con pozones profundos donde suelen morar los bigotudos. Cambiamos un par de veces de lugar sin obtener resultados. Finalmente empezaron las llevadas con cierta frecuencia en los pozones del Barca Grande, trabajando sobre los veriles al garete, es decir, con la embarcación sin anclar, a la deriva regulada con ancla de capa.

Aquí sí empezaron las corridas. Pero de tener pique a clavar hay un largo trecho. Por eso es importante contar con una buena caña de 2,10 mts a 2,40 mts de excelente acción de punta y de médium heavy a heavy, como las Shimano Convergence, o las Shimano Sojurn (usadas en esta ocasión), o las eficaces Spinit XTreme de 12-25 lbs. El multifilamento usado: un Shimano Power Pro Super Slick, color verde, de 30 libras.

Quien esto escribe andaba demasiado errático con los piques o traía las piezas hasta el borde de la lancha y luego se soltaban (suele ocurrir cuando el pez no está pinchado y solo retiene la anguila con su boca, pero la larga cuando está a punto de ser izado). El guía Julio logró un par de ejemplares de unos 5 kilos, pero no se conformó y pese a que la cosa venía entretenida, nos propuso ir a La Depresión buscando piezas mayores.

Hacia allí partimos, y tras 20 minutos de marcha estábamos nuevamente gareteando, esta vez en profundidades algo mayores a 8 metros. Uno de los clientes de Julio tuvo del otro lado de la línea un dorado de los buenos que logró zafar en la pelea. Al rato, a Julio le picó otro pirayú en su línea de flote. Esto hacía por demás interesante la espera, dado que en la zona podíamos dar tanto con grandes patíes como con dorados de los buenos. Finalmente no hubo mas piques de dorados, pero el guía -cuando no- volvió a demostrar sus virtudes logrando varios patíes más de unos 6 kilos. Por desgracia, me tocó perder un patucho por demás interesante, que andaría en 8 a 10 kilos, cuando, una vez más, me soltó la anguila al lado del bote. Pero el broche de oro vino con una pieza de unos 14 kilos lograda por uno de los clientes del guía.

Así pusimos broche a una clásica pesca de patíes donde, además de los elementos mencionados, es interesante contar con una buena pinza extralarga Shimano para extraer anzuelos. Vaya y disfrute de la gran pesca de patíes que en casi todo el año ofrece el Río de la Plata. No se va a arrepentir.

Por: Wilmar Merino